El club de los poetas muertos

El club de los poetas muertos es una obra interpretada de forma magistral por el actor Robin Williams, donde intenta cambiar la forma de pensar  a una serie de jóvenes que estudian en un colegio privado,  elitista y muy estricto, de Nueva Inglaterra.

Estos jóvenes con la utilización de la poesía y descubriendo el significado del “carpe diem” – aprovechar el momento- intentan que sus vidas sean más felices, pero no solo conseguirán ese resultado, también comprenderán la importancia vital de alcanzar los sueños.

Muchos llevamos toda una vida intentando alcanzar los sueños que nos llevan persiguiendo desde nuestra infancia, pero muy pocos lo conseguimos.  No todos no los consiguen, algunos incluso consiguen más de lo que soñaron, pero esos sueños se convierten en realidad no siendo poeta, siendo político.

La política y la poesía se parecen mucho, es cuestión de interpretar, hablar, convencer y en un club privado como el mismo, de relacionarse, como hacen los políticos correctamente, ya saben hoy por mi mañana por ti.

La sociedad sujeta a las normas políticas y no sociales, paga siempre las consecuencias de unos poemas escritos solo para el bien de la casta política, ellos nos intentan convencer de que las leyes son justas e igualitarias, pero eso no es cierto son pensadas exclusivamente para su club de elitistas, al mismo tiempo privado.

Sus apoyos económicos para llegar al poder siempre los tienen que devolver, algunos meten mano al cajón del dinero de toda la sociedad, otros son parte de empresas camufladas donde se dirigen obras y servicios de la administración pública, para después repartir dividendos empresariales con ellos mismos, otros cuando dejan la política, cobran sus favores siendo consejeros de grandes multinacionales y los fanáticos seguidores disfrazan estas maniobras, como que son necesarios para que las empresas de nuestro país marchen mejor, lo que contrasta es que muchas de ellas solo mantengan deudas y otras sean monopolios en sectores muy rentables como los energéticos, así aprueban con el apoyo de estos poetas, subidas de tarifas elevadas y son las únicas que dan beneficios.

Pero de una u otra forma ellos si consiguen sus sueños, los demás se los pagamos como puede suceder con este club de poetas muertos, que no hace falta nombrarlos por ser de sobra conocidos por todos los Españoles de a pie.

Un grupo privilegiado de poetas, que a muchos de ellos les tendríamos que pedir responsabilidades de la situación actual de nuestra nación, pero como pueden ver los tenemos de todos los lados.

Mientras que nuestra nación nos exige esfuerzos y sacrificios impensables, este club de poetas cobra varios “sueldazos” en empresas energéticas u otras, siguen teniendo remuneración del estado, y como son poetas tan buenos, al día siguiente de acabar en su cargo político, están contratados por las multinacionales, grandes despachos de abogados, etc.

Claro que es un club elitista, pero no solo estos, tenemos que mirar todos los que se colocaron en instituciones Europeas, fundaciones, sindicatos, o empresas subvencionadas, para tapar la corrupción masificada instalada en nuestra sociedad.

Lo triste, es ver  a un ministro Español  sin conocimiento médicos dirigir un ministerio de salud o a un responsable (científico) (experto) indicar a la población que un simple catarrín no pondría en riesgo a toda una nación. Yo como autónomo y siendo consciente que seremos los que pagaremos esta juerga. Les pido que se aplique también ellos el ERTE ya que si no trabajan no pueden cobrar, es cuestión de equidad y de honra.

Los sacrificios no pueden recaer siempre en la sociedad, que de esta acabara muy empobrecida, con pérdidas de trabajo para muchas personas  y seguro que pensiones más bajas para los que levantaron este país.

Lo que si tengo claro, es  que estos poetas seguirán cobrando todos los meses religiosamente sus buenos sueldos y sus dietas. Que pondrán toda la maquinaria de comunicación a su servicio para limpiar  lo sucedido y que la sociedad una vez que nos suelten, se olvidara rápido de todo lo sucedido, pero yo no me olvidare de todos los que nos han engañado.

Ellos estaban advertidos de todo el daño que producirían sus malas gestiones, su falta de preparación, para un ataque de un enemigo que no se ve pasar y que no le puedes disparar con armas convencionales, simplemente sabiendo lo que sucedió en el país de origen del virus.

Tenemos que realizar una limpia creativa de poetas, aplicando una democracia más representativa y sin listas de personas puestas a dedo por ser amigo  de. Exigir que nuestros representantes sean de verdad los que nosotros queremos, no con listas cerradas de las sectas en un partido, pero sí que nos representen  poetas  que realmente entiendan  lo que nosotros queremos como sociedad, que tengan una preparación técnica, social, económica real, es decir que trabajaran en algo serio alguna vez en su puta vida y  que sean una voz digna de nuestras necesidades como pueblo y nación.

En una guerra es cierto que todos los días son lunes, que no hay descanso, pero añadan que en la historia de la humanidad nunca se gano una sola guerra sin estas tres máximas, preparación, economía y motivación.

Aquí  es donde está el ahorro para salir de esta crisis.  Mantener tantos poetas sin escribir poemas es insostenible.

¡Poetas sin letras, la letra y las lágrimas ya las ponemos nosotros!