Llevamos escuchando
desde hace varios años, que la robótica o los robots, nos quitaran los puestos de trabajo, con la
ayuda indispensable de la IA (inteligencia artificial). Tenemos que ser
conscientes que ese día llegara, pero de momento a mi me queda mucha sidra que
tomar en mi tierra Asturiana, con mis colegas de reunión, que considero humanos
presenciales y amigables, aunque tengamos enganchadas discusiones, pero para
eso ha nacido el ser humano, para hablar, no está programado o si.
En estos
momentos iniciales del cambio nos empezamos a encontrar con nuevas palabras como “transhumanismo”, “poshumanos”
la verdad es que las propias palabras dan miedo. El “transhumanismo” tiene que
ver con la idea de que los humanos estamos cambiando para transformarnos en
otra cosa, es decir, en otra especie, saliéndonos de las categorías biológicas
que manejamos al día de hoy. La primera tendencia en ese paso de maquinas
humanos y humanos maquínicos , la podemos llamar integración endógena, donde
los hombres o mujeres estarán poblados sus organismos de artefactos mecánicos
cada vez más intrusivos, desplazándonos hacia la maquina y desdibujando la
clasificación de ambas identidades a lo cual llama “Poshumanos”.
Pero hoy no
entraremos en esos campos, hoy hablaremos de un campo no invasivo que lo
podemos denominar robótica colaborativa. El cual se empieza a utilizar en las
empresas para que los trabajadores en cadena o
montaje repetitivo, sean más productivos, eviten lesiones por sobrecarga.
Estos sistemas
los llamamos “Exoesqueletos” están penetrando con fuerza en el mundo
industrial, pero al mismo tiempo son empelados en Japón para alargar la vida
del trabajador, si utiliza estos sistemas podrá trabajar más años. También han
penetrado muy fuerte en el mundo sanitario, para ayudar a las personas con
deficiencias medulares.
Normalmente los exoesqueletos son estructuras biomecánicas, que no pesan mucho 2.8kg,
su diseño es tipo mochila con eje policéntrico y aportan unos 5.5kg de fuerza máxima. Sus diseños aportan soluciones a
operarios de trabajos a brazos alzados, reiteración de movimiento de carga o
inclusive silla de descanso para trabajo variado de flexiones constantes, todo
depende del diseño o necesidades. La apuesta mayor la están realizando los
fabricantes de automóvil, en las cadenas de montaje, donde han reducido
considerablemente las bajas y las lesiones musculares de los operarios.
Estos sistemas
en breve, empezaran a exigirlos las administraciones, mutuas, que tengan que
cubrir bajas del personal o es más, si vamos a trabajar más años por alargar
la vida laboral, serán imprescindibles.
Estos conjuntos no quitan puestos de trabajo,
hacen que los trabajos nos sean más cómodos, pero cruzar la línea roja a otros
estados de la robótica, traerá consecuencias
imprevisibles para la humanidad, mas si no esta bien regulado por las instituciones competentes.
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