Existe un
dicho que dice, “a un científico le das un problema y busca una solución, a un político
le das una solución y se multiplicara el problema”. Esto es lo que pasa en
nuestro país, cuando habla algún político o política iluminada. Hablamos de la
descarbonización en plazo récord, pero después nos encontramos que si quieres
realizarlo, solo te encontraras burocracia y costes excesivos absurdos o casi
imposibles de realizar esa transformación, necesaria para reducir los
contaminantes atmosféricos.
La burocracia nos paraliza infinidad de
procesos de innovación y el aumento de la seguridad de nuestros vehículos, como
puede ser la transformación de un vehículo convencional a uno eléctrico, o una
mejora de las suspensiones de los automóviles actuales en nuestro poder. Proyectos,
firmas periciales, firmas y documentos del taller, agente responsable, ITV,
materiales homologados adjuntos al proyecto y un sinfín de documentos que no
sirven para nada, solo para gastar dinero antes de empezar cualquier
transformación.
Todos los cambios sencillos que podamos
realizar en las mejoras de nuestros automóviles en suspensión y seguridad, tienen
que pasar por taquilla de peritos, homologaciones e ITV. Es decir un organismo
como la ITV se erige por encima en el poder de decisión, de lo que realiza un
fabricante que tiene que cumplir un sinfín de normativas en seguridad, pero
claro el negocio de la ITV lo tenemos que alimentar constantemente, por eso no
lo liberalizan y lo dejan en las manos de los verdaderos profesionales del
sector, que son los talleres o los marquistas.
La descarbonización
se puede realizar con bajos costes en nuestros vehículos, si no tuviéramos esa
burocracia que nos ahoga las transformaciones. Muchos vehículos actuales se podrían
transformar a eléctricos o gas, partiendo desde los autobuses, camiones urbanos
o vehículos que no ruedan mucho en el año. Muchos de ellos tendrán las
estructuras de seguridad intactas, solo tendríamos que realizar pequeñas
modificaciones en sus sistemas de tracción o motores.
Esto no es nuevo, se realiza aquí en España
por talleres muy especializados en industrial, en Italia el fabricante Isuzu
tiene talleres o concesiones homologados para realizar la transformación de
quitar un motor de combustible para pasarlo a formato eléctrico. Esta transformación
se enfoca a vehículos de reparto, camiones de baja carga, que se mueven mucho
en ciudad.
En los EEUU
estas modificaciones tienen campa libre, y no existe tanta burocracia para las
reformas en el automóvil, por eso podemos ver vehículos transformados e
impactantes, aquí es impensable. El automóvil siempre fue un oficio artesanal,
es decir se reparaba todo en el taller, motores, cajas de cambio, los bajos de
chapa a los vehículos y estos rodaban años sin problemas.
Seguro que los materiales no eran muy buenos,
pero lo que sí está muy claro es que no derrochábamos materias primas como
ahora, que hemos pasado de Artesanos a recambiadores de piezas, todo se tira, y
también daña nuestros negocios.
Pero como
siempre, los fabricantes astutos y hábiles buscan como contener costes de fabricación,
generando nuevos mercados como el denominado ”RETROFIT”, que es implantar
sistemas eléctricos a vehículos ya fabricados, ellos son conscientes que no se puede
seguir derrochando materias y que esto se tiene que implantar, como una
solución a corto plazo.
La empresa
Magna visionaria en el sector, ha fabricado un eje trasero integral rígido para
estas transformaciones en Pickup y furgonetas, de fácil instalación y
resultados muy sorprendentes. Lo denominan “eBeam”, y su ventaja es que los vehículos
conservan sus sistemas de seguridad íntegros, y puede manejar entre 150/340cv
de potencia.
Disponer de
un motor eléctrico, con su eje, listo para montar sin necesidad de rediseñar el
bastidor del vehículo se presenta como una oportunidad para reducir los costes
del RETROFIT.
Es decir, si se puede,
tecnología existe para ello, solo tenemos que eliminar barreras burocráticas,
que son las culpables siempre de la ralentización de los cambios, que nunca
llegamos a comprender los motivos.
Estas tecnologías podrían
ser un revulsivo en el sector de la automoción y un incremento de la
productividad del mismo, aumentando los beneficios de las empresas actuales, y
aumentando puestos de trabajo en los talleres de reparación.
“Dejémonos de hablar y actuemos” “si se puede”
E.M.B
Comentarios
Publicar un comentario